El 1 de enero entró en vigor la nueva tasa de seguridad creada tras los atentados terroristas del 11 de septiembre. Esta nueva tasa ha sido creada para financiar la aplicación de mayores controles de seguridad, a través de escáner, con controles de los equipajes de los pasajeros de entrada y salida de los puertos. Ascensión, acompañada de su hija Silvia y el novio de ésta, Rafa, esperaba ayer en el puerto de Palma el poder embarcar en el ferry Fortuny con destino a Valencia cuando se vieron sorprendidos con los nuevos controles de seguridad.
A Ascensión el hecho de tener que pasar su equipaje de mano por el escáner -vigilado por agentes de la Guardia Civil- le pareció «algo bastante lógico; lo que no acabo de comprender es por qué hasta ahora no se hacían estos controles»; sin embargo tanto Silvia como Rafa consideraron la medida «algo exagerada» y más «lógica de un aeropuerto que de un puerto».
Para Lluís, vecino de Palma que estudia en Valencia y ayer tomaba el mismo ferry que Ascensión y sus familiares, el hecho de tener que pasar por un escáner su equipaje de mano le pareció «bastante lógico». Sin embargo a Carmen, valenciana que volvía ayer a su tierra tras pasar las vacaciones de Navidad en Mallorca, la nueva medida de seguridad le sorprendió -para bien- puesto que «cuando vine de Valencia a Mallorca no me registraron, para nada, el equipaje de mano», apostilló.
Sin embargo para Carlos la vigilancia «es escasa», ya que no acaba de entender el hecho de que «hace más de un año de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos y hasta ahora no se había reaccionado». Para los propios agentes de la Guardia Civil que vigilaban el embarque de pasajeros la medida «de momento no ha creado ningún problema» y recordaron que actualmente sólo se controlan los equipajes de los pasajeros que salen del puerto y en los próximos días también se controlarán los que llegan a puerto.