Palma rindió ayer un nuevo homenaje arei en Jaume, el Conqueridor, con motivo de la Festa de l'Estendard, con la tradicional ofrenda floral por parte de unas treinta entidades ciudadanas, partidos políticos e instituciones de la Isla, en un acto que transcurrió sin incidentes, excepto en su tramo final. Tanto la Policia Local como el Cuerpo Nacional de Policía establecieron un fuerte dispositivo de seguridad. Numerosos agentes se situaron en las inmediaciones del monumento a Jaume I, situado en la Plaça d'Espanya, mientras agentes de uniforme y paisano custodiaban la zona. El acto reunió a unas 1.500 personas.
La celebración comenzó en el Ajuntament de Palma, a las 19.00 horas, cuando el Consistorio en pleno, con la excepción de EU-EV, se trasladó a la iglesia de Sant Miquel. Acompañaban a los concejales los tamborers de la sala. Presidía el acto el alcalde de Palma, Joan Fageda. Todos los presentes en la iglesia cantaron la salve a la Mare de Déu de la Salut, patrona de la ciudad. Tras el acto religioso, el Consistorio y su séquito desfiló por la calle Sant Miquel y la Plaça de la Porta Pintada hasta llegar a los pies del monumento.
Una vez allí, los miembros del Ajuntament de Palma subieron a la tribuna reservada para los representantes municipales, de espaldas al monumento, mientras que el resto de autoridades políticas se situó a su derecha. Asistieron, entre otros, el vicepresidente del Govern, Pere Sampol; el conseller de Agricultura, Mateu Morro; la delegada del Gobierno, Catalina Cirer; el portavoz del PP en el Parlament, Joan Flaquer, y el presidente del PP de Mallorca, Pere Rotger.