La manifestación independentista, convocada ayer por la Plataforma 31 de Desembre, finalizó con incidentes entre sus participantes y un grupo de anti-catalanistas que asistían a los actos de la Festa del Estendart, en la Plaça d'Espanya. La manifestación independentista, que contó con la presencia de Pere Sampol y Mateu Morro, del PSM, transcurrió sin incidentes durante todo su recorrido, en el que participaron unas 1.500 personas. La marcha comenzó en el Passeig des Born y concluyó, media hora después, en la Plaza de los Patines. Allí, el músico Pep Toni Rubio leyó un manifiesto en el que pidió el derecho a la autodeterminación.
Oficialmente, la manifestación debía concluir en la Plaza de los Patines, tal y como había ordenado la Delegación el Gobierno, pero los participantes se dirigieron hasta la Plaça d'Espanya para depositar unas flores junto a la estatua del Rei en Jaume antes de concluir los actos con una fiesta en el Parc de les Estacions. Los manifestantes se encontraron en la Plaça d'Espanya con un grupo de anti-catalanista, liderados por Joaquín Rabasco, de ASI.
Dicho grupo exhibía una bandera de España y sus integrantes proclamaban consignas en contra de Catalunya. Los organizadores de la manifestación independendistas intentaron crear un cordón de seguridad entre los dos grupos, pero los agentes de la policia nacional se vieron obligados a intervenir para evitar una batalla campal entre ambas facciones. Mientras tanto, la corporación municipal participaba en la festa del Estendard, a los pies de la estatua de Jaume I. Entre insultos y porcejeos, los independentistas y anti-catalanistas permanecieron en la Plaça d'Espanya durante más de diez minutos, hasta que Rabasco y sus seguidores abandonaron el lugar. La delegada del Gobierno, Catalina Cirer, no quiso opinar sobre lo ocurrido.