Vitales
El Colegio Profesional de Pedagogos recuerda que el juego es una
expresión vital, por lo que no es recomendable enseñar la muerte,
la guerra, el odio y la agresividad. Gracias al juego los niños
desarrollan múltiples actividades, tanto intelectuales como
psicomotrices y sociales. El juego ha de servir para vivir momentos
de alegría y para enseñar a que los más pequeños aprendan a tener
destreza en sus relaciones sociales. Los pedagogos aconsejan
retirar los juguetes belicistas y, en definitiva, todos aquellos
juguetes que puedan incitar a la violencia.
Activos
La educación debe ser activa, los niños han de ser protagonistas de
su formación. Los pedagogos desaconsejan aquellos juguetes que
juegan por el niño, que le convierten en un sujeto pasivo. Por el
contrario, se recomiendan aquellos que le permiten expresarse y
relacionarse de forma activa con su medio. También destacan este
aprendizaje como algo fundamental para la madurez del niño.
Ordenados
Jugar implica la introducción del niño en importantes hábitos, como
es el orden. Jugar significa ser ordenado, quiere decir cuidar y
valorar sus instrumentos de entretenimiento. En definitiva, jugar
también quiere decir colocar las cosas en su sitio después de
jugar, para conservar el juguete. Por tanto, los expertos en
educación recomiendan huir de aquellos juguetes espectáculo, de
corta duración, fácil ruptura y difíciles de manejar por los
pequeños debido a su complejidad.
Solidarios
Los pedagogos destacan la importancia de que los niños aprendan a
desprenderse de los juguetes del año anterior. Es un buen momento
para practicar la solidaridad. Pasar a otros niños más necesitados
juguetes en buen estado es educar a compartir.
Auténticos
Los expertos afirman que, en estos momentos, se pone de manifiesto
una gran carencia educativa en relación a la cultura de consumo.
Parece que la felicidad «reside en tener y no en ser», denuncian.
Pues bien, el aspecto didáctico radica en la idea contraria: en el
ser. De tal manera los juguetes no tienen por qué ser caros, tienen
que ser válidos para aprender y entretener. Hacer un buen regalo
es, muchas veces, tener la capacidad de llegar y mover los
sentimientos del niño. Aprovechar estos días para educar en valores
auténticos, en valores ligados a las emociones, así como en el
consumo responsable, son aspectos destacados de este informe.
Respetuosos
Los juguetes no deben ser fuente de contaminación. Las
recomendaciones son primar aquellos juguetes realizados con
materiales reciclables -preferentemente que no estén fabricados con
PVC-, a ser posible que no usen pilas, ya que son difíciles de
degradar y encarecen su mantenimiento.
Seguros
Los juguetes tienen que llevar en lugar visible la nota que
acredite que cumplen con las normativa C de seguridad de la Unión
Europea. Los adultos han de respetar las recomendaciones de
uso.
Independientes
Los pedagogos se plantean aprovechar la publicidad para reforzar la
capacidad de selección de los niños, que no se dejen cautivar por
imágenes sugerentes y, tantas veces, vacías de contenido. Recalcan
que educar significa ayudar a ser independiente.
No discriminativos
Los juguetes no tienen que ser sexistas. La idea que reflejan los
pedagogos es ayudar desde la infancia a no disriminar por razones
de sexo o raza.