El president del Govern, Francesc Antich, aseguró ayer que la posibilidad de utilizar aviones turbohélices en los vuelos interislas no será un obstáculo para intentar alcanzar un acuerdo con el Gobierno central en relación a la declaración de servicio público de los vuelos interislas y de los trayectos entre Balears y la Península. Antich reiteró que la voluntad de su gabinete es presentar en enero la propuesta de declaración de servicio público ante el Ministerio de Fomento.
Antes, sin embargo, el president del Govern convocará una macro reunión con todas las instituciones y colectivos que han presentado sugerencias al documento inicial elaborado por la Conselleria d'Obres Públiques. «El posible uso de turbohélices no es uno de los temas prioritarios en la negociación. Lo que sí es importante es que se garanticen los trayectos aéreos, que bajen los precios, y que el servicio sea bueno», matizó Antich, a quien se le informó minutos después de la habitual cita navideña con los periodistas que Jaume Matas se había mostrado totalmente en contra del uso de turbohélices.
«Si este tema es el único obstáculo para Matas no tendremos ningún problema para llegar a acuerdos con el Gobierno central», subrayó el president del Govern. El documento técnico plantea la posibilidad de recurrir a los aparatos turbohélices en los trayectos cortos ya que el operador reduciría costes y, por lo tanto, los precios podrían ser aún más baratos. De hecho, la propuesta dice textualmente que lo que debe especificar el Govern en su negociación con Fomento es «el tipo de avión que, habida cuenta de las cortas distancias de que tratamos, sería un turbohélice más que un reactor lo que, por otra parte, iría en perjuicio de la capacidad de la bodega».
Sin embargo, la principal preocupación que tiene ahora el gabinete autonómico es concluir el documento que presentará en Madrid en enero para que se apruebe la declaración de servicio público, tal y como adelantó ayer este periódico. Antich recordó que «la ley dice que debe pedirse la declaración de obligación de servicio público, y eso es irrenunciable», y recordó que, una vez que se alcance un acuerdo con el Gobierno central, habrá que negociar con todos los operadores aéreos para intentar pactar con varias compañías para que ofrezcan un buen servicio en las rutas que se declaren de obligación de servicio público. «Esta declaración no significa una situación de monopolio», recalcó.