El belén que realizó Francisco Rosselló, hace 30 años, en el claustro de Sant Antoniet, se ha convertido en uno de los más grandes y tradicionales de Palma. Ayer mañana y como suele ser habitual por estas fechas, los hijos de Francisco, Andrés y Antonio Rosselló, junto a José Antonio Terriente, tras haber montado los casi doscientos metros cuadrados de belén, realizaron el acto inaugural con la asitencia de Paco Hernández, director de la oficina principal del BBVA y Xisco Fernández, de la dirección zonal de Palma de dicha entidad bancaria. El párroco de la iglesia de Sant Miguel, Llorenç Riera, ofició un breve y tradicional sermón inaugural, bautizando el nacimiento.
Por la tarde el belén abrió sus puertas al público, y se podrá visitar hasta el próximo día seis de enero. A buen seguro muchos repiten año, pues es ideal para visitar con la familia. Además muchos grupos de niños realizan la visita para observar episodio por episodio. Quienes acudan a contemplar el belén podrán observar alrededor de 75 figuras típicas, de gran tamaño, de la historia más entrañable de la Navidad.
Son doscientos metros cuadrados de una majestuosa maqueta, perfectamente estudiada, donde hay agua corriente, molinos en movimiento, desierto, vegetación, montañas y figuras articuladas. El nacimiento, donde se encuentra el niño Jesús, entre la Virgen María y San José, es uno de los ambientes más logrados y fascinantes de este precioso belén, con un recorrido fácil de realizar y en el que los detalles marcan la diferencia. Sin duda, el belén de Sant Antoniet es también uno de los que más «vida» tienen.
Julián Aguirre