El menorquín Joan Riudavets Moll cumple hoy 15 de diciembre 113 años. El entrañable anciano, que suma y sigue, celebrará su aniversario en la intimidad, con sus familiares, ya que anteayer ya recibió su particular homenaje de parte de los suyos, los migjorners en un acto celebrado en el Centre de Persones Majors des Migjorn, en Menorca, que se unió para felicitar al hombre más anciano del Viejo Continente.
La presencia de Riudavets en el local de jubilados de es Migjorn venía reclamada por la presentación de su biografía, «Tot un home. Semblança de l'avi d'Europa», escrita por el profesor jubilado Pere Barceló por encargo del Institut Balear d'Afers Socials (Ibas).
Riudavets, que hizo gala de su extraordinaria lucidez y buen humor, llegó al centro poco después de las cinco de la tarde, en el coche oficial de la presidenta del Consell, Joana Barceló. Con él viajaba su inseparable hija Paca, con la que vive. En la puerta fue recibido por el alcalde de es Migjorn, Pere Riudavets, y la consellera de Benestar Social del Govern, Fernanda Caro.
El profesor Pere Barceló realizó un encendido elogio de la personalidad de Riudavets, al que elevó a la categoría de «santo laico». El autor del libro aseguró que el centenario es, ante todo, «menorquí de soca-rel» y «migjorner fins al moll dels ossos». Añadió que «nadie es profeta en su tierra, pero Joan Riudavets es profeta en la tierra de es Migjorn».
El profesor recordó que una de las mayores alegrías de Riudavets a lo largo de su vida fue la consecución de la independencia administrativa de es Migjorn. Resaltó que su «obsesión más clara» ha sido siempre la cultura «per a tothom». Barceló se sirvió de las palabras pronunciadas en una ocasión por una de las hijas del centenario para dar cuenta del secreto de la prodigiosa longevidad del migjoner: «L'avi no sobreviu: l'avi viu. Ell s'allarga la vida. Si ha de morir d'alguna cosa, morià de dolcesa».
El anciano Riudavets, que ayer recibió un telegrama de felicitación del presidente del Gobierno José María Aznar, todavía no puede presumir de ser el hombre más viejo del mundo, ya que este honor recae en el japonés Yukichi Chuganji, que el próximo mes de marzo cumplirá 114 años.