LL. LORENZO
Manuel Falcón Ortega era, ayer al mediodía, un padre de familia
desesperado. Desde el pasado mes de octubre, cuando concluyó su
relación laboral con su antigua empresa, la constructora M40-Azul
S.L., estaba esperando cobrar la liquidación de los contratos. En
total, según él y el sindicato que lo defiende, la CNT, le debían
1.588,69 euros. Ayer, después de estar durante dos horas subido a
una grúa de la Plaça del Pont de Palma, donde la constructora
edifica un hotel, cobró la tan deseada cantidad. Poco después
Manuel cambió la desesperación por una sonrisa de oreja a
oreja.
Pero, entre el mediodía y las 14,00 horas, Manuel junto a un compañero suyo con problemas más o menos parecidos, Rafael Maya; el secretario de organización sindical de la CNT; tres policías locales; un bombero y un psicólogo, además de los responsables de M40-Azul S.L. vivieron una historia rocambolesca. Manuel y Rafael nos comentaron cuales eran sus problemas. Manuel, un oficial de primera de mediana edad, nos explica que «después de irme de la empresa, encontré un trabajo, pero lo he perdido de tanto venir, en horas de trabajo, a reclamar el dinero que me debían».
Este profesional de la construcción nos comentaba, ayer la mediodía, que su situación era «desesperada» y añadía que «soy padre de familia, tengo dos hijos pequeños y no cobro del paro» y Rafael comentaba que la misma empresa le debía 360 euros ya que le habían pagado «con un cheque sin fondos».