El president del Govern, Francesc Antich, tiene intención de reunirse esta semana con la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, para intentar consensuar el proyecto de Ley de Biodiversidad que ayer fue admitido a trámite por el Parlament. Antich anunció a este periódico su intención de alcanzar un acuerdo con todos los grupos después de la presentación de más de un centenar de enmiendas al proyecto estrella de la Conselleria de Medi Ambient.
Precisamente, la consellera Margalida Rosselló defendió ayer un proyecto durante el debate sobre la enmienda a la totalidad presentada por el PP. El diputado popular Cristòfol Huguet calificó de «intervencionista» la Ley de Biodiversidad y agregó que el proyecto «no responde a una política de protección sino a una guerra de poder». La consellera Rosselló acusó al PP «de no querer ninguna ley proteccionista». «En 1999 estaba todo por hacer en materia de protección del medio ambiente», lamentó Rosselló, quien calificó de «fundamentalista» al PP por su oposición a la ley.
Durante el debate, Eberhard Grosske, de Esquerra Unida, manifestó su preocupación por las discrepancias existentes en ePacte en relación a la Ley de Biodiversidad después de las enmiendas parciales presentadas por PSM y UM. Antes del debate, la consellera Rosselló manifestó su intención de mejorar el proyecto de Ley de Biodiversidad, aunque recalcó que la mayoría de las enmiendas parciales presentadas por UM no son aceptables, según informa Efe.
Durante el pleno, el PP, a través de Joan Huguet, denunció el coste de las campañas institucionales del Govern. Huguet aseguró que ePacte ha gastado 24 millones de euros en publicidad institucional, una inversión que el diputado del PP tachó de «despilfarro». El conseller de Presidència, Antoni Garcías, respondió que todo el gasto en publicidad se realizaba de manera transparente y recordó que durante el mandato de Matas «nos dejaron una carpeta con facturas pendientes por valor de más de un millón de euros».