M.JUNCOSA
El ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, aseguró ayer en
Palma, que el Gobierno Central está actuando de forma correcta en
relación a la «catástrofe» provocada por el naufragio del
«Prestige». Añadió que «todo el mundo hace lo que tiene que hacer y
el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, también».
Preguntado por si el hundimiento del «Prestige» pone en peligro la candidatura de Matas a la presidencia de Balears en las elecciones del año que viene, Piqué dijo que después de haber tomado decisiones «razonables y de sentido común, hay que apartar toda esta cuestión del rifirrafe político» y consideró que «aprovechar una desgracia de estas características para desgastar al Gobierno del Estado o de la Xunta de Galicia y sacar partido del sufrimiento de los afectados, no es el camino adecuado».
El ministro de Ciencia y Tecnología, que se desplazó a la Escuela de Hostelería de la Universitat de les Illes Balears para clausurar las jornadas sobre «Globalización de los touroperadores: estrategias para conseguir un equilibrio más rentable», afirmó que la ecotasa ha sido un de las causas que han provocado el peor comportamiento relativo del turismo balear en relación al resto de destinos españoles.
«Desde el punto de vista general, este no ha sido un mal año para España. Todos sabemos que hay una fuerte desaceleración económica a nivel mundial pero ese buen comportamiento relativo del sector en España contrasta con una situación que ha sido peor en Balers, lo que merece una reflexión por parte de todos. Creo que es muy difícil atribuir esta situación a una sola causa pero evidentemente, la ecotasa ha tenido incidencia», afirmó. «Nosotros creemos que hay que reducir los impuestos o incluso suprimirlos, como, de hecho, hemos hecho con el IAE».
Pique se refirió, en este sentido, a la apuesta del Gobierno de seguir reduciendo los impuestos y proceder a la segunda rebaja del IRPF que supondrá una disminución acumulada para el conjunto de los contribuyentes de más del 20 por ciento y, para el 55 por ciento de ellos, una rebaja que llega casi al 40 por ciento, según dijo. Afirmó que la nueva reducción del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) favorecerá el crecimiento de la economía española y, por tanto, ayudará a crear más puestos de trabajo. «Cuanto más empleo hay, más se recauda aunque cada uno de los contribuyentes paga algo menos, lo que hace compatible la bajada de los impuestos con el reequilibrio de los presupuestos y conseguir el déficit cero».