Los agentes sociales de Balears han solicitado al Gobierno central 333 trabajadores extranjeros para el año que viene. La comisión que cada año solicita el contingente de trabajadores extranjeros necesario en las Islas se reunió hace tres semanas y media, para, entre todos sus integrantes, consensuar la propuesta que hacen al Gobierno central de cara al 2003. Así, pues, los representantes de la Delegación del Gobierno; del Servei d'Ocupació de Balears (SOIB, dependiente de la Conselleria de Treball); de los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO; y de la patronal CAEB, pidieron 118 trabajadores extranjeros para el año 2003. En esta cifra no están incluidos los empleados del campo, ya que Unió de Pagesos, ASAJA y los sindicatos no habían hecho todavía sus cálculos.
Así, de estos 118 trabajadores, según la comisión, dos son necesarios como médicos especialistas en ginecología, ostreticia o cuidados intensivos; cuatro como oficiales maquinistas; 50 como carpinteros; nueve, como pintores, barnizadores o empapeladores; cuatro como parqueteros, embaldosadores y asimilados; dos como artesanos de madera; 28 como ebanistes; seis como tapiceros; y trece como peones forestales. En principio, se han solicitado estos trabajadores para un periodo inicial de seis meses, salvo los médicos, que serían indefinidos. Al acabar este periodo, podrían ser devueltos a su país.
La comisión, después de disertar, decidió también rechazar la petición de 50 dependientes y exhibidores de tiendas, almacenes, kioscos y mercados; de once conductores de furgonetas; de siete conductores de camiones; y de 50 limpiadores. Por parte del sector del campo, Unió de Pagesos pidió a 160 trabajadores nuevos y que puedan repetir 70, en total 230, pero sólo se le aceptaron 215. Según Joan Mas, coordinador de Unió de Pagesos, «los trabajadores de aquí no saben nada del campo. De 70 personas desempleadas que he entrevistado últimamente, sólo cuatro querían. Sin estos trabajadores extranjeros se hundiría el sector, apenas habría hortaliza mallorquina en el mercado y casi todas las empresas desaparecerían».