Balears encabeza la triste estadística de los infectados por el virus del sida en nuestro país. Si bien el dato es negativo, también puede mirarse el aspecto positivo de las cifras, que confirman la disminución de las tasas de infección, con una bajada del 46 por ciento. Hoy se celebra en todo el mundo en Día Mundial de la Lucha contra el Sida y es, por tanto, una excelente oportunidad para pararse a reflexionar sobre un asunto que, con los años -más de veinte- que lleva entre nosotros, debería estar erradicado, por cuanto la única garantía que hoy tenemos es la prevención.
Por eso sorprende que cada día se declaren nuevos casos, porque demuestran que, o bien prevalece la ignorancia, o peor todavía, sabiendo cómo prevenir el mal, se le resta importancia y se cae en el riesgo del contagio por pura dejadez.
No es, desde luego, un asunto para tomárselo a la ligera, pues los datos nos dicen que casi dos mil personas se han contagiado en nuestras islas desde 1981 y de ellas, más de la mitad ha muerto.
De ahí la importancia del estamento educativo y de las familias en ese sentido. Nunca se insistirá demasiado en la necesidad de recalcar a los adolescentes los conceptos más básicos de la higiene sexual. De ello depende, quizá, hasta su propia vida, pues se cree que la cuarta parte de los casos de sida en España está sin diagnosticar, lo que puede convertirse en una terrible ruleta rusa de consecuencias imprevisibles.
Lo hemos visto en los países donde el control brilla por su ausencia: tres millones de muertos -más de 600.000 niños- en lo que llevamos de año, 140.000 contagios nuevos cada día y 42 millones de infectados en todo el planeta. Cifras para la reflexión.