En el pleno celebrado ayer en Cort, el teniente de alcalde de Infraestructures, José María Rodríguez, denunció que la reforma del Teatre Principal, que hará la Conselleria de Cultura del Consell, incluye la instalación de un restaurante en la última planta. «Esta actuación supone un perjuicio para la contemplación y el disfrute ambiental del entorno del teatro, dado su carácter de Bien de Interés Cultural (BIC)», dijo.
Rodríguez se apoyó en la Llei del Patrimoni Històric, que establece que cualquier intervención en un BIC «deberá respetar los valores que motivaron su declaración» y también que «se prohibirá la colocación de elementos e instalaciones que impliquen una ruptura de la estructura o de la composición de la fachada». Por ello, presentó una moción solicitando al Consell que revise los informes sobre la reforma del teatro, ya que ésta «puede suponer un perjuicio para la contemplación y el disfrute del entorno».
La moción contó con los votos favorables del PP, EU-EV y UM y la abstención del PSIB-PSOE y del PSM-EN. Rodríguez presentó esta moción en respuesta a una proposición del PSM-EN en la que los nacionalistas pedían que el proyecto de instalar una fuente cibernética en el Parc de la Mar no se realizase, «en base al informe negativo realizado por los Serveis de Patrimoni del Consell». La proposición contó con el voto favorable de toda la oposición y el voto negativo del PP.