El Parc de Tecnologies Ambientals de Mallorca, recinto de Son Reus que albergará los centros de recepción, tratamiento y reciclaje de residuos sólidos urbanos de la Isla, puso en funcionamiento ayer la planta de selección de envases ligeros, el depósito de seguridad de cenizas y la planta de tratamiento de escorias de la incineradora.
Ante un numeroso público de invitados, el acto de inauguración tuvo lugar en la planta de selección de envases y fue presidido por la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar; la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló; el conseller executiu de Medi Ambient i Natura del Consell, Miquel Àngel Borràs; y el teniente de alcalde de Marratxí, Miquel Coll, en representación del alcalde, Miquel Bestard, al ser el municipio donde se ubica la nueva instalación.
La planta de envases separará los residuos correspondientes a los contenedores amarillos, básicamente plásticos, latas y breaks. Higinio García, del comité técnico de TIRME (empresa concesionaria del tratamiento de residuos en Mallorca y constructora de la planta), explicó a este periódico que la nueva instalación tiene una capacidad de tratamiento de 20.000 toneladas anuales (6 toneladas por hora), cantidad que no se alcanzará por ahora porque la selección de envases no ha llegado a este nivel. Sin embargo, «sus dimensiones se corresponden a un futuro de recogida selectiva implantada en toda Mallorca».
La planta ha costado poco más de 5 millones de euros. Los procesos de funcionamiento son automáticos, con una mínima intervención manual complementaria, y permiten llevar a cabo una separación de metales, botellas de plástico, botellas de refrescos, bolsas de plástico, latas de refrescos y breaks. También separa por tamaños. Igualmente, hay que tener en cuenta que un 15 por ciento de los residuos que lleguen a la planta no se corresponderán con los contenedores amarillos y no serán recuperables. Serán, por tanto, materiales de rechazo y serán trasladados a la incineradora.