En un avión Nurtanio regresaron ayer a Mallorca los componentes de la sección del batallón Filipinas, del Regimiento de Infantería Palma 47, que por espacio de tres meses han estado en misión humanitaria en Mostar, concretamente en la base Mostar-España. Esta sección está integrada por 25 hombres y al mando de ellos está el teniente Francisco Campos y como suboficiales los sargentos Tosina, Monteagudo y González.
Esta sección del batallón fue recibida por el general Ricardo Tur, comandante militar de Mallorca, y por los mandos del Regimiento Palma 47, entre ellos el jefe del mismo, coronel Montojo, y el teniente coronel Regidor, jefe del citado batallón. Fueron recibidos también al son de la banda y música del batallón del Cuartel General.
Tras formar la sección del batallón Filipinas, y una vez que el teniente Campos con paso marcial se aproximara al general Tur "había que ver las caritas de felicidad y emoción contenida de Francisco y Bárbara, los hijos del teniente; y también la de los familiares de los soldados que habían acudido a darles la bienvenida" y le diera el «sin novedad, mi general», éste les dio la bienvenida con sentidas palabras. Les llamó «magníficos soldados» y les dio «la enhorabuena más efusiva por la magnífica labor que habéis realizado durante tres meses de dura e intensa actividad».
Finalizada la parada militar, que por lo breve fue, si cabe, mejor que buena, de forma espontánea, el Ejército mostró su lado más humano. Mientras los hijos del teniente corrían sobre la pista a abrazar a su padre por delante de una madre y esposa con lágrimas en los ojos, que terminó fundiéndose en un abrazo con los tres, el resto, soldados, cabos y sargentos, se abrazaban con sus familiares "padres, madres, hermanas y novias", compañeros y superiores. Mientras, el teniente, con el pequeño Francisco en brazos, atendía a la prensa contando en qué ha consistido esta misión en Bosnia, cosa que hace unas semanas hizo Ultima Hora , que se desplazó hasta el lugar.