El abogado Félix Pons, ex ministro de educación territorial con el gobierno del PSOE y ex presidente del Congreso de los Diputados, fue entrevistado ayer por el actor catalán Xavier Bertran, conocido por sus intervenciones en TV3 y por su libro «De quatre grapes». El entrevistador preguntó a Pons cómo entró en política. «Estuve marcado por el ambiente familiar. Mi padre era una persona con un gran compromiso político en la oposición democrática. Yo viví esa inquietud desde muy joven. Mi padre murió muy joven, y tuve la necesidad de cubrir su ausencia». A continuación, bromeó con la frase de Franco: «Hágame caso, y no se meta en política».
De aquí se desprendieron sonoras risas por parte de ambos. La interviú, realizada con gran pericia por el actor cómico, abordó el tema de las «aptitudes» de los políticos. Pons quiso alejarse de una concepción «maquiavélica» y apuntó: «La política tiene que estar para resolver los problemas de la colectividad. Yo, como abogado, tengo que resolver muchas veces problemas individuales. Pero cuando se trata de una colectividad, la cosa cambia. Hay que conjugar muchos intereses. Por eso, a veces, no valen las ideas absolutas o predeterminadas. Hacer política significa, muchas veces, ir dejando ciertas creencias. Hay que someter las ideas a una constante revisión, siempre a beneficio de la colectividad».
Bertran, una persona que conoce bien los medios de comunicación, hizo al ex político la siguiente pregunta: «¿No cree que hoy la gente valora más a la figura mediática?». Pons reconoció parcialmente no tener estas dotes mediáticas y recordó: «Yo no he sido nunca líder político». El abogado, de tendencia socialista, mostró en la entrevista su admiración por Billy Brand y Bruno Kreisky. A continuación vino una de las partes más interesantes de la entrevista: el debate sobre la monarquía.
Pons recordó que la «transición no fue fácil. Hay que recordar que el Rey heredó todos los poderes de Franco. Y que tuvo la idea clara de desprenderse de esos poderes para darselos al pueblo, a la democracia. No creo que actualmente el Rey tenga ninguna nostalgia de monarquía absoluta». A continuación Bertran hizo la pregunta: «¿Tiene sentido hoy la monarquía?» Pons contestó: «Es un debate muy complicado. Un presidente de república elegido por las urnas tiene ventajas e inconvenientes respecto a un 'presidente de república hereditario', con poderes puramente representativos. En principio, la figura del rey no es un problema para nuestra democracia».