El Ajuntament de Palma ha quitado los bancos de la placita del principio de la calle Foners y ha acabado con el principal problema que padecían los vecinos de la zona: la gran concentración de toxicómanos e individuos sin casa que hacían de la plaza su lugar de residencia durante las noches y que habían convertido los jardines de al lado en unos retretes. Esta decisión se tomó en una reunión de los vecinos de la zona con el teniente de alcalde de Infraestructures de Cort, José María Rodríguez.
La gran mayoría de personas que se situaban en la plaza eran drogadictas o sin techo que pasaban la mayor parte del día allí, pero que sobre todo llegaban a la misma por la noche y hacían suyo este espacio ciudadano. Uno de los principales problemas era que consumían allí los alimentos que recogían en un conocido centro de beneficencia del centro de Palma y que dejaban los restos esparcidos por todos lados, generando mucha suciedad.
La consecuencia más directa de su presencia era, precisamente, esta acumulación de basura en el jardincillo, que daba muy mala imagen a la zona, pero lo peor era la sensación de inseguridad que padecían los vecinos cuando llegaban tarde a su casa y el hecho de haber perdido un espacio muy valorado por los ciudadanos. Ahora este jardín vuelve a presentar un aspecto muy agradable, después de la limpieza llevada a cabo por los trabajadores del Departament de Jardins del Consistori.
Se da la circunstancia de que muchas de las personas que pernoctaban en la plaza eran toxicómanas y se pinchaban en la misma plaza, con los riesgos que esto comportaba para la gente que paseaba por el entorno. La Policia Local recibió muchas quejas de los vecinos durante las noches, pero su intervención no servía de nada. Los agentes no podían impedir la presencia de estas personas en los bancos, y sólo los reñían por los ruidos y por las continuas peleas que se producían en la placita, pero cuando los agentes se iban se volvían a repetir estos episodios.