En Ecuador, la nube de ceniza que emana del volcán Reventador (que el viento empuja hacia la capital, Quito) está causando estragos en el país. La escuela Illes Balears, situada a unos cien kilómetros del volcán, fue creada hace poco menos de un año por la ONG Mallorca sense Fronteres. Ahora tiene que afrontar esta nube tóxica. Según Daviu Sánchez, educador de la ONG, «los niños están afectados por el humo, que puede llegar a causar graves afecciones pulmonares. Estas cenizas, llamadas carcajo son frecuentes en este país».
La escuela Illes Balears nació con un firme propósito: dar a conocer la lengua quichua, o «runashimi», que está en vías de desaparición. Lo «indígena» es un valor cultural seriamente amenazado. Eva María Asipuela habla quichua y es de Jatun Panpa, pero hace un tiempo que está en Mallorca luchando por los derechos de su pueblo y huyendo de la pobreza de su país. Ahora está coordinando un proyecto para esta localidad destinado a fomentar el desarrollo en la zona y la defensa de los derechos indígenas.
En la escuela Illes Balears se quiere fomentar la música, la danza y una gastronomía milenaria. Allí los niños son los más necesitados, ya que los mayores abandonan rápidamente la comunidad y marchan hacia Quito. Desde hace tres meses la escuela funciona a pleno rendimiento con resultados satisfactorios. Jatun Panpa es un pueblo indígena ubicado en la región andina de Ecuador. Tiene actualmente unos 20.000 habitantes distribuidos en pequeñas casas por todo su territorio, a 2.500 metros de altitud.