La temporada se acaba y con ella empiezan a marcharse los turistas, que durante los últimos meses han venido hasta aquí en busca de sol, tranquilidad y playas. Este año el tiempo no ha acompañado a todos aquellos que venían a broncearse. Sin embargo, pese a las lluvias que han echado a perder buena parte del verano, ¿qué sabor de boca les habrá quedado? Ultima Hora se acercó a Son Sant Joan para recabar opiniones de varios turistas que esperaban a que saliese su avión de regreso.
Ante la pregunta de cuál era el mejor y el peor recuerdo que se llevaban de esta tierra, las distintas voces coincidían en que es un lugar de veraneo ideal, con mucha vida y unos paisajes preciosos. «Venimos cada año a pasar un par de semanas, porque esto nos encanta. Solemos alquilar un coche y nos recorremos la costa, que tiene unos parajes maravillosos», comentan Max y Birgit, un matrimonio alemán que veranea en Alcúdia desde 1998. También la comida mallorquina ha sido uno de los lujos que cientos de visitantes han probado durante su estancia.
Éste es el caso de Mihor, un londinense que ha disfrutado junto a su familia de una quincena de descanso en Magaluf: «Nos gusta probar cosas típicas de la zona que visitamos porque durante el año tenemos tiempo para hartarnos de nuestra comida. Las ensaimadas son buenísimas y compraremos ahora un par para llevar. También hemos comido paella». Eso sí, para conocer las costumbres de aquí, esta familia ha tenido que moverse porque, como comenta Valery, mujer de Mihor, Magaluf está lleno de ingleses y, además, «se comportan de tal manera que me avergüenzo y no me gusta que se queden con esa imagen alocada de nosotros», apunta indignada esta turista.