Palma de Mallorca, día 21 de diciembre de 1962. En la notaría de Josep Masot Novell se reunía un grupo de intelectuales mallorquines con una finalidad muy concreta: crear la prestigiosa Obra Cultural Balear. Estaban presentes el ingeniero de caminos Miquel Forteza Piña, el industrial Miquel Marqués Coll; el arquitecto Antoni Fernández Suau; el delineante Miquel Fullana Llompart; el abogado Pau Alcover de Haro; el industrial Miquel Arbona Oliver; el profesor Bartomeu Barceló Pons; el archivero Joan Pons Marqués; el abogado Joan Sard Pujadas; el abogado Josep Casasayas Truyols; el pintor Josep Coll Bardolet; el religioso Josep Capó Juan; el profesor y filólogo Francesc de Borja Moll; el religioso Josep Verd Palou y el estudiante Carles Forteza Steegmann.
Todos ellos eran personas cultas y reconocidas, de prestigio en la sociedad civil balear. Les unía, ante todo, una cosa: su amor por la cultura y lengua propia de las islas, un respeto que el franquismo se había encargado de anular y soterrar poco a poco. La OCB, actualmente presidida por Antoni Mir, rendirá hoy homenaje a los socios fundadores de la institución y socios más antiguos. Al acto, enmarcado dentro del programa «Un horabaixa a Miramar», asistirán algunas de las personalidades mencionadas arriba, y también aquéllos que colaboraron activamente en la puesta en marcha de la institución, incluso antes de que se otorgase en escritura la «creación de una Sociedad Civil, de carácter cultural».
El impresor Norbert Bauçà Frontera recuerda: «Antes de la firma del 21 de diciembre realizamos una primera junta de fundación en casa del poeta Guillem Colom, creo que era en la calle Almogàvers. Éramos 31 personas. Yo era el socio número 23. Allí se acordó, en realidad, crear la OBC. La rúbrica en casa del notario Masot fue el paso burocrático necesario para poner todo legalmente en marcha. Recuerdo que en esa reunión estaban también Aina y Francesca Moll». Ésta última asegura: «Sí, íbamos mucho a tertulias en casa de Colom y de Mercè Massot. Yo tenía 13 ó 14 años y ya asistía a los actos con mi padre».