La Platja de Palma registrará este invierno 2002-2003 un bajón espectacular de turistas, cifrado ayer por el presidente de la Asociación Hotelera de la Platja de Palma, Jordi Cabrer, en un 30 por ciento, al mismo tiempo que el número de plazas hoteleras abiertas será de 12.000 frente a las 20.000 del mismo periodo de 2001. Cabrer, que compareció ayer acompañado por parte de la junta directiva, afirmó que sólo 40 de los 150 hoteles -40.000 plazas- que hay en este enclave turístico estarán abiertos en los meses de invierno, «una cifra que contrasta con los 70 que había el año pasado».
Los datos de ocupación dados a conocer, en opinión de esta patronal, «denotan el clima turístico actual, puesto que la ocupación hotelera de septiembre fue del 76 por ciento frente al 87 por ciento de 2001, y será del 56 por ciento en el caso de octubre. Y no existen razones políticas tras este cierre de establecimientos, sino únicamente económicas. Yo, por ejemplo, a día de hoy (por ayer) en mi hotel, que tiene 200 plazas, tengo alojados a 19 clientes y cuento con 33 empleados. Es una simple cuestión empresarial y de supervivencia, que no tiene nada que ver con lo que han argumentado los políticos».
Preguntado sobre el impacto de los precios, Cabrer dijo que los hoteles deben ajustarse a la calidad que ofrecen, «pero pido a los empresarios de la oferta complementaria que hagan lo mismo y los bajen, dado que hay reiteradas quejas de clientes y guías turísticos de los elevados costes porque ahora los turistas pueden cotejar con facilidad al circular el euro. No se puede hacer el agosto con los precios; no se debe cobrar más de lo que se da».