La encuesta realizada por la Federación Hotelera de Mallorca entre sus asociados para poder determinar la planta de alojamiento que estará abierta en este invierno, en principio en los meses de noviembre y diciembre, constata un descenso considerable en el número de camas que estarán abiertas, un 58'4% (datos provisionales a falta de contabilizar los datos de algunos hoteles), y un impacto negativo en las principales zonas turísticas de la Isla, entre ellas Platja de Palma, Peguera, Santa Ponça y Palmanova-Magaluf.
Los resultados de la encuesta (ver gráfico adjunto), «va referida a los datos de noviembre y diciembre y no refleja la fecha de apertura en 2003, dado que este dato se tendrá disponible tras la feria de la World Travel Market de mediados de noviembre», indican desde la patronal hotelera. El presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, afirma que el invierno «va a ser muy duro para la hotelería, poniéndose de manifiesto, una vez más, que la actual política de desestacionalización es un fracaso. Este año podemos comprobar cómo se adelanta el cierre de hoteles, afectando con ello al resto de sectores turísticos y económicos, dado que llegarán menos visitantes de paquete turístico a la Isla durante este invierno».
Cañellas puntualiza que «es evidente que lo que para algunos políticos es un desarrollo sostenible, para nosotros es insoportable. Este desarrollo sostenible que se está propugnando es económicamente insoportable para los empresarios». En cuanto a los niveles de ocupación previstos, la patronal indica que no dispone de los datos en la planta que mantendrá abierta sus puertas, «aunque al ser inferior el número de hoteles abiertos, confíamos en que las ocupaciones serán superiores a las del pasado año», comentan las mismas fuentes.
Cañellas analiza negativamente el impacto que esta situación tendrá en la cuenta de resultados de las empresas: «Muchas empresas hoteleras de la Isla verán cómo queda afectada su cuenta de resultados por todo lo que ha pasado en esta temporada, dado que se ha tenido que trabajar con ofertas y descuentos que han mermado su productividad».