El president del Govern, Francesc Antich, abrirá esta mañana el debate más importante del año en el que analizará la situación económica de Balears, la política social del Ejecutivo y las relaciones con el Gobierno central, muy deterioradas durante los últimos meses. En esta ocasión se hablará muy poco de las crisis del Pacte, habituales durante los dos primeros años de gestión, aunque se espera que durante la segunda jornada la presidenta de Unió Mallorquina, Maria Antònia Munar, plantee algunas quejas al president Antich. La postura de UM es una de las grandes incógnitas del último gran debate de la legislatura.
Los temas judiciales centrarán buena parte de la segunda jornada del debate, que comenzará mañana 24 horas después de que finalice Antich su discurso. Las decisiones del Tribunal Supremo sobre el «caso Bitel» y el «caso Formentera» serán aprovechadas por el PP para acusar al Govern de haber utilizado dinero público para perseguir al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas. Además, el PP criticará, sobre todo, la gestión del Govern en política turística.
El president ha contado con la ayuda de los consellers para perfilar parte de su intervención de hoy en el debate sobre política general, especialmente aquella que se analiza una a una la gestión de todas las conselleries y las logros de cada uno de los consellers. Como es habitual, Antich repasará brevemente la gestión de todos los departamentos. El president del Govern dará paso el miércoles a la intervención de los restantes grupos políticos. A las esperadas críticas del portavoz del PP, José María González Ortea, se sumarán ese día las del diputado de Els Verds, Joan Buades, para quien la política territorial sigue siendo la auténtica asignatura pendiente del Govern.