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Adrover, otro éxito

El modisto mallorquín volvió a triunfar en la Semana de la Moda neoyorquina

HECTOR ALEMANY NUEVA YORK
El diseñador mallorquín Miquel Adrover presentó la noche del sábado su quinta colección en la Semana de la Moda de Nueva York, que se está celebrando en esta ciudad, bajo el nombre de «Ciudadano del mundo». Las cerca de mil personas que abarrotaron las carpas habilitadas para la ocasión en el Bryant Park y la biblioteca pública de Nueva York esperaron con mucha expectación la presentación del modisto de Calonge.

Y es que el caché de Miquel Adrover en suelo neoyorquino levanta pasiones entre la crítica especializada, desde donde el creador mallorquín empezó su aventura americana después de visitar la ciudad por primera vez en el año 1991. Desde entonces, Adrover se ha ido haciendo camino en este complicado mundo de la moda de alto nivel, donde las inversiones que se necesitan para organizar eventos como este requieren un capital que llega a alcanzar cifras astronómicas. Este año y por primera vez, los organizadores de la Semana de la Moda de Nueva York han querido presentar una camiseta que conmemora el evento y han solicitado los servicios de Miquel Adrover para que realizase el diseño de las mismas. El resultado, una camiseta de cuello de pico con unos detalles muy originales.

El desfile de «Ciudadano del mundo» de Adrover estuvo precedido por la colección de primavera 2003 del conocido diseñador norteamericano, Ralph Lauren. Esto no restó interés al anticipado desfile del mallorquín, que ante la atenta mirada de un centenar de representantes de los medios de comunicación y un público presente muy selecto, comenzó a entusiasmar a todos los asistentes con un desfile atrevido y vanguardista, es decir, al más puro estilo Miquel Adrover. El decorado de fondo que eligió para el desfile fue francamente impresionante, donde se podían observar edificios emblemáticos de diversas partes del mundo como la Sagrada Familia, el Empire State Building, un palacio chino, una mezquita árabe y otros edificios representativos de las distintas culturas étnicas. La pasarela del mallorquín consistió en una carretera virtual donde los modelos y las modelos tenían que atravesar, comenzando por un lado de la ciudad virtual, y saliendo por otro, es decir, rodeando las afueras, que en este caso era el público. Sin duda, Adrover ha adquirido la inspiración en la ciudad donde trabaja y reside, Nueva York, metrópolis donde el modisto dice que su voz se puede oír alta y clara. Es en Nueva York donde se puede observar esta mezcla de culturas étnicas tan importante que hacen de esta gran urbe una fuente de inspiración muy patente en el mundo de la moda.

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