El excesivo peso que transportan los escolares en sus mochilas y carteras, que según los expertos supera el límite del 10 por ciento del peso corporal, aumenta el riesgo de que los estudiantes padezcan dolor de espalda. En un reciente estudio científico se ha constatado que los niños y niñas de 11 años "con un peso medio de 43 kilos" cargan cada día un peso medio de 9'3 kilos que algunos días alcanza los 11'5 kilos. Eso representa el 21'6 por ciento y el 26'7 por ciento de su peso corporal respectivamente y equivale a que un hombre adulto "de 80 kilos de peso medio" transporte cada día 17 kilos de peso o una mujer "de 60 kilos", cargue 13 kilos, lo que supera los límites que establece la normativa laboral.
Además, según informan los expertos de la Fundación Kovacs, en el riesgo de padecer dolor de espalda influyen, además del peso en sí, el entrenamiento y fortaleza de la musculatura, el tiempo que dura el transporte de la carga y la forma de llevarla. Lo más aconsejable es utilizar el mecanismo de transporte con ruedas y de altura regulable o, como segunda opción, una mochila cómoda, de tirantes anchos, de modo que el peso quede próximo al cuerpo y repartido equitativamente entre los dos hombros.
Como medida de prevención el doctor Kovacs señala que «debe reducirse el peso que se obliga a transportar a los escolares. Además, es deseable que practiquen regularmente ejercicio para potenciar la musculatura de la espalda, puesto que los estudios realizados demuestran que reduce su fatigabilidad y mejora su resistencia, lo que le permite afrontar mejor el transporte de una carga excesiva». En el mismo sentido se expresa el doctor Mario Gestoso, director médico de la Fundación Kovacs, quien destaca que realizar deportes y ejercicios fomenta que la musculatura de la espalda sea potente, resistente y elástica, y favorece el entrenamiento coordinado de los distintos grupos musculares.
Y añade que, en todo caso, si el dolor de espaldas aparece en un adolescente, hay que acudir sin dilación al médico para que diagnostique el origen del dolor y adopte precozmente los tratamientos adecuados. Además, es aconsejable para superar el dolor tener una actitud mental positiva y mantener el mayor grado de actividad que el dolor permita. Por otra parte desde la fundación también se explica que antes de cumplir los 16 años, el 70 por ciento de los adolescentes ya ha padecido dolor de espalda, lo que aumenta el riesgo de sufrirlo de forma crónica al ser adulto, reduce su actividad diaria y puede afectar a su rendimiento académico.