La violencia doméstica en Balears fue el tema estrella en la junta de jueces de Palma celebrada ayer en los Juzgados de Via Alemanya, en la apertura del año judicial en las Islas. Los jueces estudiaron el protocolo de actuación redactado por el presidente de la Audiencia de Palma, Antoni Terrasa, que prevé, en sus apartados principales, una mayor asistencia a las víctimas de malos tratos en el ámbito familiar y la coordinación de actividades entre las distintas instituciones y entidades encargadas de ese tema.
El juez decano de Palma, Pere Barceló, presidió la primera reunión de magistrados tras las vacaciones, donde se dejó patente la gran preocupación existente ante el espectacular aumento de los casos de violencia doméstica en Balears. La Memoria de la Fiscalía de Balears de 2001, precisamente, refleja un incremento de más del doble de casos de violencia doméstica (575), todo ello teniendo en cuenta que en 2000 también había duplicado las actuaciones, que pasaron de 155 en 1999 a 273.
La estadística anual del Ministerio Público, que obra en poder de la Fiscalía General del Estado, revela la tendencia al alza del número de presuntos delitos en los que intervienen los 41 fiscales de las Islas, ya que 2001 se cerró con 99.296 actuaciones, frente a las 90.753 de 2000, 91.964 de 1999, 90.323 de 1998 y 70.982 de 1997. Por delitos se refleja un importante ascenso en los del maltrato familiar, los que pueden entenderse como violencia doméstica. Si en 1998 se vieron 120 casos, 155 en 1999, 273 en 2000, el año pasado la cifra total fue 575.
La judicatura balear sigue muy de cerca la posibilidad de que los casos de violencia doméstica también puedan ser objeto de juicios rápidos, debido, sobre todo, a la reiteración de esa forma delictiva. Los juicios rápidos en casos de pequeños delitos como robos, hurtos o también para casos de violencia doméstica permitirán juzgar a los delincuentes en pocos días, circunstancia que según los jueces de Palma «es la dirección adecuada en lo que es nuestro marco competencial».