El presidente de Sol Meliá, Gabriel Escarrer, afirmó ayer que la recesión turística mundial, iniciada con los graves prejuicios que generaron los atentados suicidas del 11 de septiembre en el área americana y del Caribe, y agravados en Europa por la recesión que atraviesa la economía alemana, producirá en 2002 una reducción de beneficios en la cuenta de resultados del grupo turístico mallorquín. Gabriel Escarrer también anunció que Sol Meliá ha tomado la decisión de avanzar el cierre de algunos de sus establecimientos de las Islas para finales del actual mes de septiembre, a raíz de los bajos niveles de reservas registrados tanto para septiembre como para octubre, circunstancia que no se había producido en temporadas precedentes.
La actual temporada turística «no ha sido buena en Balears», dijo Escarrer, «principalmente porque un millón cien mil turistas alemanes habrán dejado de venir a Balears en relación al año pasado. Este descenso "continuó Escarrer" no ha sido compensado por el turismo británico, aunque su comportamiento ha sido bueno». El presidente de Sol Meliá afirmó que este ha sido un año caracterizado por la caída de la afluencia de turistas, pero también por las cuantiosas ofertas asumidas por los hoteleros, elementos que repercutirán negativamente en los beneficios de los empresarios de Balears.
El presidente de Sol Meliá también advirtió que la próxima temporada de invierno será negativa en el archipiélago, y anunció una caída del 25 por ciento en las reservas. Preguntado sobre las causas de la recesión turística que vive Balears, Escarrer afirmó que «aquí no estamos para echarnos la culpa unos a otros», aunque acusó al Govern balear de realizar una «mala promoción turística durante el año pasado», especialmente en Alemania, que dió lugar a que en ese país y en un periodo de tres meses se publicaran más de 200 artículos de prensa negativos sobre el archipiélago, mayoritariamente acerca del proyecto de la ecotasa.