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El precio de los alquileres en Palma se ha encarecido durante el último año

Las zonas más caras son el Casco Antiguo y Jaume III, y la más barata Son Gotleu

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La dificultad que tiene cualquier individuo para adquirir un techo donde residir a un precio módico se incrementa cada día con la espectacular subida del precio de la vivienda. Por ello, son muchas las personas que optan por el alquiler, huyendo de los créditos bancarios y de la responsabilidad que ello supone. Una opción que, igualmente produce grandes dolores de cabeza, ya que en el último año los alquileres se han encarecido considerablemente. Aunque no todas la inmobiliarias ofrecen asesoramiento con respecto a los alquileres, puesto que la venta sigue siendo su beneficio más sólido, algunas de ellas sí que aconsejan al cliente sobre los precios y las zonas de Palma donde se encuentran muchos de estos pisos de alquiler.

Todas las inmobiliarias consultadas por Ultima Hora coinciden en señalar que el coste del alquiler se basa principalmente en la localización del piso, la dimensión y distribución del mismo, así como «del deseo de ganancias de los popietarios», aclara Margarita Rotger de la inmobiliaria Galmés. Además, una de las condiciones más importantes para establecer el precio de alquiler, es si el piso está amueblado o no, como destaca María Antonia Martín de Inmobon, y de si ha sido reformado recientemente, según aclara Maria del Mar Valls de la inmobiliaria San Nicolás.

El precio medio de alquiler en el mercado libre es de 506 euros, es decir unas 84.000 pesetas, mensuales. Este coste aumenta o desciende de acuerdo con las características de la vivienda. Así, las áreas más económicas para adquirir una vivienda están en la zona este de Palma, es decir Son Gotleu, es Rafal y La Soledat, donde un piso de 90 metros cuadrados con tres dormitorios y amueblado cuesta entre 390 y 480 euros (65.000-80.000 pesetas). Este mismo piso en las zonas de Son Dameto, es Fortí y las Avenidas se revaloriza para alcanzar un precio que oscila entre 540 y 661 euros (90.000-110.000 pesetas). En cambio, en la zona del Casco Antiguo de Palma, es Molinar y Jaume III, este piso, con idénticas características, pasa a costar entre 751 y 1.202 euros (125.000-200.000 pesetas). Estos precios pueden incrementarse por los gastos de portería o de comunidad, como resalta Toni Crespí de la inmobiliaria Administraciones España. Además, en las zonas más costeras, como puede ser es Molinar, estos precios se duplican en la temporada de verano, para acoger a los turistas ocasionales, que vienen a disfrutar de la playa y el sol de Mallorca.

Pedro Arellano, gerente de la inmobiliaria Mut aclara que el perfil de inquilinos que opta por un alquiler está compuesto sobre todo por jóvenes deseosos de independizarse, y que no quieren o no pueden hacer frente a un crédito hipotecario, inmigrantes recien llegados a la Isla, separados con severos problemas económicos y trabajadores foráneos que vienen por un corto período de tiempo. «Dependiendo del poder adquisitivo de cada uno de estos inquilinos, se les aconseja una u otra zona de Palma», concluye. En el caso de los inmigrantes suele ser frecuente que varias familias se junten en un piso más grande, con mejores condiciones y en una zona más favorable y compartan los gastos.

Mientras que los jóvenes se adaptan a cualquier zona de Palma, con escasos límites, existe un cliente bastante más exigente. Los empresarios con alto poder adquisitivo, que se trasladan para trabajar a la Isla por un corto período de tiempo, exigen una vivienda con toda clase de lujos y en una de las zonas con mayor historia, como es el Casco Antiguo.

Los apartamentos residenciales, una alternativa de vivienda
Sin duda, la vertiente más costosa de los alquileres son los apartamentos de las zonas residenciales como Marivent, Illetes y Porto Pi. Un sencillo apartamento de unos escasos 30 metros cuadrados, con una sola habitación y una pequeña terraza cuesta en estas áreas 360 euros, es decir unas 60.000 pesetas. Este precio se incrementa notablemente en la temporada de verano, sobre todo en los meses de julio y agosto, hasta llegar alcanzar el doble de su precio, es decir unos 720 euros (120.000 pesetas). El perfil de inquilinos que residen en estos apartamentos está compuesto por personas recién separadas o divorciadas, que no pueden costear una segunda compra y que necesitan una vivienda temporal hasta que se estabilice su situación, tanto personal como económica.

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