Las consecuencias de la fuerte tormenta registrada durante la madrugada del pasado sábado han tenido al menos una consecuencia positiva en Eivissa: la prolongación de la estancia de Don Juan Carlos y Doña Sofía junto con la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín a bordo del Fortuna. El gran yate real permaneció amarrado en el puerto deportivo de Marina Botafoch durante toda la mañana de ayer a la espera de la mejora de las condiciones meteorológicas y el estado de la mar para regresar a la base de Palma, donde el Fortuna tiene su base.
Mientras la tripulación esperaba noticias de las condiciones de la mar, los Reyes se dedicaron a pasar la mañana en buena compañía: Don Juan Carlos conversando con buenos amigos en Marina Botafoch y Doña Sofía, acompañada de su yerno Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina, realizando compras por las distintas boutiques de la Marina. Precisamente la Reina es una gran aficionada a la moda Adlib más pura, de hecho, el pasado viernes por la noche Doña Sofía lució un conjunto de pantalón y amplia camisa de color blanco de la firma ibicenca Cantonada de la diseñadora Teresa Bermejo, una modista que presume de vestir a personalidades y artistas de gran talla y nivel internacional.
A pesar de que el tiempo no acompañó demasiado, los Monarcas se mostraron contentos de estar en Eivissa pero no hablaron en ningún momento con el numeroso grupo de periodistas que a lo largo de todo el día hizo guardia en Marina Botafoch para seguir los movimientos de los componentes de la Familia Real. Don Juan Carlos, por su parte, volvió a dar muestras de su gran afabilidad. De hecho conversó con varios propietarios de embarcaciones durante varios minutos y se dejó guiar por algunos de ellos hasta el Café Sidney donde se tomó un café antes de volver al Fortuna y esperar el regreso de la Reina, la Infanta y su esposo, Iñaki Urdangarín. En su pequeña caminata el Rey aprovechó para saludar a un niño al que le tendió la mano mientras su padre el grababa en vídeo.
La Familia Real, que se encuentra disfrutando en Palma de su descanso veraniego, viajó hasta las Pitiüses, concretamente a Eivissa, el pasado viernes por la tarde a bordo del Fortuna para pasar en principio una noche. Los Reyes, acompañados de la Infanta Cristina y Urdangarín, hicieron una breve salida nocturna el pasado viernes para cenar. Los Monarcas reservaron mesa en el restaurante Dos Lunas, donde dieron cuenta de un menú especial antes de regresar de nuevo al Fortuna. La gran tormenta desencadenada durante la madrugada del sábado provocó el retraso del Fortuna de nuevo a Palma, donde sus Majestades continúan con su descanso estival.
A lo largo de toda la jornada de ayer y hasta pasadas las 17'00 horas, fueron numerosas las personas que se acercaron hasta Marina Botafoch para poder ver de cerca a los Reyes. Los responsables de la seguridad de los Monarcas se dedicaron durante horas a impedir el paso a decenas de personas de distinta nacionalidad que intentaron entrar en la zona de seguridad para fotografiarse ante el yate real y tener un recuerdo de su paso por Eivissa. Don Juan Carlos y su familia se encuentran disfrutando del tramo final de sus vacaciones en Balears.
A pesar de estar de descanso la agenda del Rey incluye una entrevista con el presidente del Gobierno, José María Aznar mañana lunes en el Palacio de Marivent. El encuentro entre el monarca y el jefe del Ejecutivo se producirá después del pleno extraordinario del Congreso, en el que se aprobará instar al Gobierno para que presente la demanda para ilegalizar a Batasuna en el Tribunal Supremo. Aznar se desplazará a Mallorca en compañía de su esposa, Ana Botella, procedente de Menorca, lugar en el que veranea desde principios de agosto.