Inca, como Europa, vivió ayer una celebration. El concierto de Rosa López, la «Rosa de España», en la ciudad motivó el desplazamiento de miles de personas hasta el corazón de la Isla para escuchar a una de las voces más queridas de la Academia. A falta de varias horas para el inicio del concierto, una larga cola colapsaba las puertas del polideportivo de Inca. Centenares de personas, mayoritariamente mujeres de todas las edades, se agolpaban a las puertas de las instalaciones deportivas para asegurarse un buen lugar desde donde ver a la participante española en Eurovisión, dispuestas a no perderse el brillo del Triunfo.
Muchas, además de serlo de Rosa, eran grandes fans de todos los participantes de «Operación Triunfo» y ya estaban curtidas en el arte de esperar y hacer cola, pues lo habían hecho en los conciertos de Tenorio y Bustamante. «Merece la pena», explicaban, mientras esperaban acompañadas por una pancarta, dos Catalinas, madre e hija, que han seguido por toda la Isla las voces de Tenorio, Bustamante y, dicen, no piensan perderse el concierto de Chenoa y Bisbal en Felanitx.
En la cola, tampoco faltaba una nutrida representación del club de fans de la granadina, que tiene 1.300 socios y acompaña a Rosa en su gira por España. «Venimos de Granada, hemos ido a Valencia, Barcelona, Mallorca... Vamos a todos lados», dice su presidenta.
Las chicas que ocupaban los dos primeros puestos de la cola, las manacorines Eva Padilla y Àngela González, habían llegado a las ocho de la mañana. Por su parte, un grupo de menorquines salió a las cinco de la mañana de su isla para no perderse un buen puesto en el concierto. Y es que Rosa y su voz han levantado pasiones en la Isla. Lejos de convertirse en la reina destronada que avecinaron algunos medios, el triunfo de «Rosa de España» no se ha marchitado.