R.C./AGENCIAS
El secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco,
criticó ayer la decisión de los controladores de no hacer horas
extraordinarias durante los fines de semana como medida de presión
por el supuesto incumplimiento de varios puntos del convenio
colectivo suscrito con AENA. Las patronales de las compañías aéreas
ALA y AECA critican duramente la postura del sindicato de
controladores USCA y exigen al Ministerio de Fomento que actúe en
consecuencia, «dado que la actitud de los controladores está
afectando de forma muy negativa a los aeropuertos turísticos, entre
ellos los de Balears».
Blanco explicó que durante este mes, tanto el ministro de Fomento, Francisco Àlvarez Cascos, como él mismo se han reunido con representantes de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) y se han ofrecido a analizar y a discutir el conflicto para facilitar un acuerdo entre las partes. Pese a esta oferta de diálogo, según Blanco, el sindicato no ha agotado las posibilidades de negociación pero ha decidido emplear «medidas de fuerza», como la de no hacer horas extraordinarias en un mes «en el que se producen los mayores movimientos del año y en el que está en juego la imagen turística de España».
Uno de los puntos suscritos en el convenio es el de la formación de nuevos controladores para aumentar la plantilla, aspecto en el que «entiendo que se pueda pedir más celeridad» pero que, en ningún caso, justificaría los retrasos provocados en los aeropuertos este fin de semana por la protesta de los controladores. En ese sentido, precisó que, según el convenio colectivo antes de 2004 deben formarse a 751 nuevos profesionales, y a día de hoy ya hay 450 controladores formados, muestra de que ese compromiso se está afrontando «muy en serio», reiteró. Sin embargo, el presidente de USCA, Juan María García Gil, precisó que el sindicato no sólo reclama a AENA el cumplimiento del convenio, sino que quiere un compromiso explícito del Ministerio de Fomento de que garantizará esos acuerdos.
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA) han reclamado a AENA que abone el gasto que ha ocasionado a las aerolíneas la huelga de controladores y piden al ministro de Fomento «que intervenga cuanto antes para conseguir solucionar esta situación», según apunta el presidente de ALA, Pablo Olmeda. Ambas patronales coinciden, asimismo, al indicar que las aerolíneas nacionales «son las más perjudicadas por esta situación, que contribuye a arruinar la industria turística española y que está haciendo mucho daño a las aerolíneas».
Asimismo, aseguró que las compañías aéreas todavía no han cobrado el gasto que les supuso la huelga de controladores del año 1998. «Lo que no puede ser es que las aerolíneas asuman este coste», añadió. AECA y ALA critican duramente a los controladores, ya que en su opinión «cobran tres veces más que, por ejemplo, el director del aeropuerto de Madrid-Barajas. Con su actitud los controladores están contribuyendo a arruinar la industria turística española». Los grupos turísticos alemanes y británicos piden a las autoridades españolas que solventen este conflicto para evitar problemas al flujo turístico hacia España.