Un estudio elaborado por la Gerencia del Institut Balear d'Afers Socials (IBAS), que depende de la Conselleria de Benestar Social del Govern balear, en el que se analiza el perfil de la población extranjera residente en las Islas que cuentan con 65 y más años, deja claro que estas personas, en su mayoría jubiladas, han escogido la Comunitat Autònoma de Balears para establecer su residencia por razones fundamentalmente de salud y calidad de vida.
Entre otras cosas, el clima proporciona una mayor movilidad y un cierto grado de independencia a la población de edad avanzada. Aunque el hecho de que la mayoría de estos extranjeros mayores se establezcan en urbanizaciones relativamente aisladas de los núcleos de población y el alejamiento de sus familiares más jóvenes, empieza a provocar situaciones de aislamiento, que son más problemáticas en la medida en que estas personas reducen progresivamente su capacidad de movilidad e independencia.
Tal y como reconoce la directora-gerente del IBAS, Josefina Santiago, se cuentan con pocas fuentes a la hora de emprender un estudio sobre la situación de los extranjeros mayores residentes en las Islas. Desde el IBAS se ha utilizado el Padrón Municipal de Habitantes, así como una Encuesta de Personas Mayores realizada por un equipo de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Partiendo de ésta base Santiago explica que la media de edad de la población extranjera mayor residente en las Islas está en torno a los 73'5 años; el porcentaje de mujeres es mayoritario, representan un 53 por ciento del total de los ancianos residentes y por nacionalidad, son mayoritariamente alemanes y británicos, seguidos de lejos por extranjeros que proceden de países africanos, de América del Sur y Asia.
Con respecto al idioma, sólo un porcentaje reducido "inferior al 10 por ciento" tiene el castellano como lengua materna, siendo sólo uno de cada cinco los que utilizan el castellano como lengua de comunicación sin dificultades. Esta limitación, y el hecho de que mayoritariamente tampoco dominan el catalán, provoca aislamiento. Por contra la situación económica de estas personas es generalmente aceptable, según la Encuesta de Personas Mayores de la UIB, un 68 por ciento de los encuestados califica su situación de 'aceptable', muy buena a veces, en un 14'5 por ciento, y mala o muy mala en un 17'5 por ciento. La media de residencia en las Islas, según el estudio del IBAS, está entre los diez y quince años, un cuarto de población aproximadamente ha vivido en la Comunitat Autònoma algo más de veinte años, mientras casi la mitad se ha trasladado a Balears en los últimos diez años.
Por otra parte la mayoría de la población extranjera mayor residente en las Islas tiene hijos, sobrepasa ligeramente el 79 por ciento, aunque sólo un 16 por ciento de los hijos residen también en Balears. Muchos de ellos, alrededor de un 33 por ciento, viven solos. Pero la gran mayoría, más de un 90 por ciento, cuenta con un grupo de amigos que también residen en las Islas y el 80 por ciento de los encuestados afirma mantener una buena relación con sus vecinos; sólo un 4 por ciento valoran su relación vecinal como mala. Por otra parte sólo una cuarta parte de los encuestados realiza alguna actividad social o cultural fuera del hogar; aunque la mayoría, un 61 por ciento, desearía participar en actividades voluntarias, pero no lo hace.
El 40% de los ancianos extranjeros tiene buena
salud
Un 40 por ciento de los ancianos extranjeros que residen en las
Islas disfruta de buena salud; un porcentaje algo mayor, en torno
al 53 por ciento, afirma tener un estado de salud algo más
deficiente y sólo un grupo reducido tiene una salud francamente
mala (casi un 7 por ciento). Algo más del 48 por ciento tiene dos o
más problemas de salud de diversa magnitud. Las mujeres, en
general, autoevalúan su estado de salud como peor que los hombres
"un 54 por ciento de los varones opinan que su salud es buena,
frente a un 36 por ciento de mujeres que opinan lo mismo"; mientras
que el porcentaje de mujeres que creen que su salud sólo es regular
es del 60 por ciento.