La decisión de los controladores aéreos de los aeropuertos españoles, entre ellos los de Balears, de no hacer horas extras provocó que se cerrarán al tráfico algunos sectores a lo largo del día de ayer, provocando con ello demoras a más de 300 vuelos y unos 60.000 pasajeros.
La jornada en el aeropuerto de Palma fue tranquila hasta el mediodía, que fue cuando entró en vigor la restricción del tráfico aéreo al aeropuerto al no poder cubrirse todos los sectores de acceso.
Las compañías aéreas que operan en el aeropuerto palmesano mostraban ayer su disconformidad por la actitud de los controladores, «es inconcebible que en una temporada como la actual, marcada por toda una serie de vicisitudes, se vea aún más agravada por la decisión del sindicato de los controladores USCA. Entendemos que pueda haber falta de controladores, pero no se puede provocar el cuello de botella que se está formando hoy (por ayer), de ahí que pedimos a Navegación Aérea que solucione lo más rápidamente este problema», indicaban representantes de las aerolíneas afectadas.
Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea AENA-Palma simplemente se limitaba ayer a reflejar los retrasos sin entrar en más consideraciones: «El número de vuelos afectados ha sido del 40 por ciento de una jornada en la que estaban programados 747 movimientos de aviones (datos de las 20.00 horas de ayer). La causa de los retrasos son por cuestiones operativas. Y el número de pasajeros previstos supera los 111.000», indicaba una fuente de AENA-Palma.