Ante la falta de tiempo para planificar una mejora integral de la red viaria de Mallorca, el Consell ha centrado sus esfuerzos esta legislatura en la eliminación de «puntos negros». El pasado 1 de enero, se hizo efectivo el traspaso de competencias del Govern al Consell y, desde entonces, se ha acelerado el ritmo de las obras. La presidenta del Consell ya ha inaugurado varios proyectos, entre ellos, el enlace de Bendinat, el acceso a Cas Capità o la rotonda de Cala Blava.
El objetivo, según explica Gonzalo Aguiar, jefe insular de Carreteres, es «resolver un centenar de puntos negros de enero a finales de 2003». Las obras que se ejecutan, en su mayoría, no son de envergadura. «A veces son mejora del trazado de curvas o ampliaciones de rotondas donde el tráfico se colapsa», indica.
Para agilizar la ejecución de las obras, el organismo insular está tramitando la mayor parte de los proyectos con carácter de urgencia para que el proceso no sea tan lento. «Todo lo que hacemos está contemplado en la legislación vigente», explica Aguiar. También se intentan acelerar las expropiaciones con una autorización de los propietarios para iniciar antes las obras.
El jefe insular de Carreteres explica que la zona de Porto Cristo y Son Servera es especialmente conflictiva. «Hay un tráfico impresionante y los accidentes son frecuentes», señala. Así, se ha actuado en el acceso de sa Coma, s'Illot y en tramos de Son Servera y Sant Llorenç. La red viaria de Felanitx y Santanyí también ha requerido la intervención del Consell, así como las carreteras de la zona costera de Llucmajor. En Marratxí, el tráfico también es caótico. Se ha actuado en Cas Capità y en previsión está mejorar el tramo de carretera de Bon Sosec.