Justo en el momento en que daba comienzo la carrera de agua, pasada la una de la madrugada, un fuerte aguacero seguido de un corte de la corriente eléctrica provocó la suspensión de la cuarta edición de la fiesta «Panxa Roja», organizada por el Ajuntament de Campos y el Col·lectiu de Joves Campaners. Los relámpagos se acercaban a Campos y la lluvia que caía de forma pausada no imposibilitó que la fiesta comenzara a la hora que se tenía prevista porque «de todas formas es una fiesta mojada, un poco de agua del cielo no hace daño a nadie», explicaron desde la organización.
Para intentar disfrutar de la noche poco veraniega, la cena tuvo lugar a la fresca. Como cada año, se realizó la tradicional estirada de cuerda entre los quintos del año pasado y los que este año toman la alternativa. La fiesta continuó con la subida al palo enjabonado, seguido de baile y música bajo el agua que caía de unos tubos colocados ante el Ajuntament. Todo marchaba según lo previsto hasta que la primera pareja del concurso de traslado de agua comenzó a sortear sus obstáculos. En este momento, la tormenta se cebó con la fiesta «Panxa Roja».
Las calles del centro se inundaron y la gente escampó refugiándose en los bares, porches o entidades bancarias que encontraban al paso. Mientras tanto, los organizadores del evento desmontaban a todo correr las infraestructuras de la fiesta bajo un chaparrón que duró mucho más de una hora. La fiesta «Panxa Roja» 2002 se suspendió quedando pendiente uno de los platos fuertes: el juego de la «panxada roja» en que los jóvenes se deben tirar de barriga sobre una superficie deslizante. A pesar de la mala noche que la lluvia ocasionó a los que asistieron a la fiesta, los jóvenes pudieron disfrutar de la música y de los juegos que la fiesta pasada por agua les ofreció.