Por primera vez desde hace cuatro años el Centre Sanitari de Son Reus tiene jaulas vacías. Hasta la fecha, desde 1998 las 115 jaulas del centro siempre han estado ocupadas por animales abandonados o vagabundos que han sido recogidos o entregados al centro.
A finales de julio, y de forma temporal, esta situación cambió ayudada por la publicación de un reportaje en Ultima Hora titulado «Una correa para atarlos a la vida», en el que se planteaba la adopción como única salida de más de una decena de perros, protagonistas del reportaje y representantes del centenar de animales que se encuentran en Son Reus.
La respuesta fue espectacular. «Se han adoptado directamente 27 animales, más los publicados en el reportaje. Estos últimos están reservados hasta que se cumpla el plazo de quince días de permanencia en Son Reus y no sean reclamados por sus dueños, cosa que no suele ocurrir. El caniche, por ejemplo, tiene 10 solicitudes de adopción. Hay muchas personas que se han acercado a Son Reus para adoptar otros animales que no estaban reservados», afirma Pere Morell, gerente del Centre Sanitari de Son Reus. «El perro que generalmente se adopta es pequeño y joven. El mayor dificilmente se adopta. Esto ha cambiado. En tan sólo tres días, se han adoptado grandes y pequeños, incluso ha habido gente que quería llevarse dos animales. La respuesta ha sido fantástica», añade Morell.
Cada año entran en Son Reus 4.000 animales, de los cuales se adoptan un 30 por ciento. Una vez en Son Reus, permanecen durante 15 días, tiempo en el que se puede ejecutar la adopción. En el caso de que no sea así, tanto a perros jóvenes, como a mayores y cachorros se les aplica un tranquilizante y después una sobredosis de anestesia. Deben de dejar sitio a los nuevos perros que diariamente llegan a Son Reus. «Tenemos, con fecha 30 de julio, 15 jaulas vacías. Esto significa que, al haber espacio en el centro, se retrasarán los sacrificios», afirma Morell.