La compañía Trasmediterránea fue creada en Barcelona en 1916, y desde el principio estuvo muy vinculada a Balears, según queda de manifiesto al revisar la historia de la naviera. Buques como el «Juan March» o el «Ciudad de Burgos» son parte de la historia de Mallorca.
Orígenes
Trasmediterránea se creó a partir de la fusión de diversas empresas
catalanas y valencianas. El accionistas principal, según recoge la
Gran Enciclopedia de Mallorca, fue el financiero mallorquín Joan
March Ordinas. En 1917, la naviera disponía 44 barcos y tenía
líneas de cabotaje por toda la costa peninsular, entre Barcelona y
el País Vasco.
Líneas baleares
En 1917 se inician las negociaciones para obtener las líneas con
Balears mediante la absorción de la Isleña Marítima y la Marítima
Compañías Maonesa de Vapores. El proceso de adquisición de esta
empresa fue largo y polémico, ya que provocó la oposición de
importante sectores sociales, contrarios a la desaparición de la
principal naviera mallorquina. Joan March adquirió un gran número
de acciones de la Isleña Marítima y en noviembre de 1917 los cedió
a Trasmediterránea. Varios barcos de la Isleña Marítima pasaron a
Trasmediterránea, como «Lulio», «Isleño», «Balear» y «Bellver».
Filial mallorquina
Naviera Mallorquina, con sede en Palma, es filial al cien por cien
de Compañía Trasmediterránea. Fue constituida en la capital
palmesana en 1924 con la aportación de cuatro veleros de los
armadores Damián y Jaime Ramis Mut y la aportación económica de
Manuel Salas. El 1 de diciembre de 1932 quedó constituida en
sociedad anónima y a partir de entonces impuso el prefijo Cala en
todos sus barcos. En junio de 1971 entró en servicio el buque rolón
«Cala D'or», que naufragó en las costas de Eivissa el 20 de
noviembre del mismo año, el mismo día en que fue entregado el buque
«Cala Marsal».
Línea Barcelona-Palma
En septiembre de 1929, los astilleros de Monfalcone (Italia)
entregaron el buque «Infante Don Jaime», destinado a la línea
Barcelona-Palma, aunque, por sus magníficas prestaciones cubrió
también en diversas ocasiones la línea rápida Barcelona-Canarias,
con escala en Cádiz.
Modernización
Finalizada la Guerra Civil española, Trasmediterránea inició un
importante proceso de modernización de su flota, con la
construcción de nueve unidades, y mientras tanto, fletó a la
Empresa Nacional Elcano los servicios de 'castillos'. En junio de
1946 entró en servicio el vapor «Ciudad de Alcira» y en marzo de
1947 lo hizo su gemelo «Ciudad de Salamanca», adquiridos cuando
estaban en construcción en los astilleros de la Unión Naval de
Levante. En diciembre de 1949 causó alta la motonave «Ciudad de
Ibiza», reflotado después de colisionar con una mina submarina en
aguas de Dinamarca en agosto de 1945.
Privatización
En 1978 el Estado adquirió el 93% de las acciones de la
Trasmediterránea, convirtiéndose en una sociedad estatal. En 1995
cubría líneas regulares con barcos tipo ferry entre Palma, Maó,
Valencia, Barcelona y Eivissa.
Beneficios
La extensa historia de la naviera Trasmediterránea llega al proceso
de privatización a finales de los 90. La naviera atrae a numerosos
grupos empresariales debido a que en 2001 arrojó unos beneficios
netos de 20 millones de euros, lo que supuso un incremento del 67%
con respecto al año anterior.
Trasmediterránea, accionista único de Naviera
Mallorquina desde 1984
En 1973, Compañía Trasmediterránea adquirió el 51% de las acciones
de Naviera Mallorquina, que fue incrementando progresivamente hasta
hacerse en 1977 con el 90% y el resto en poder de AUCONA. Disponía
de cinco buques ro-ro que prestaban servicios entre la Península y
Balears y delegaciones en Alicante, Barcelona, Eivissa, Madrid,
Palma, Sevilla y Valencia. Con la fusión por absorción de AUCONA,
en enero de 1984, Trasmediterránea se convirtió en accionista único
de Naviera Mallorquina. Hasta el 15 de mayo de 1995, operó en el
transporte marítimo de carga. Desde entonces, su objeto social es
el de transportista y transitario, así como comisionista en el
tráfico terrestre, aéreo y marítimo. Su capital social actual es de
17.834.000 pesetas. En 1995, Naviera Mallorquina amplió su capital
social en 1.600 millones de pesetas.