La Conselleria de Benestar Social ordenó ayer el cierre de la residencia de ancianos «Harbour View», que aloja a 37 usuarios en la calle Martorell Roca, de Sant Agustí. Según informaron ayer fuentes de la Conselleria, el centro tiene órdenes de cerrar las puertas mañana, aunque se les ha ofrecido una prórroga de tres días. Los pacientes son trasladados a otros centros privados.
Habitaciones cerradas desde el exterior -que impiden la salida de los residentes en caso de siniestro- o desprendimientos en la estructura exterior del edificio han sido algunas de las razones por las cuales Benestar Social ha procedido a la orden de cierre, si bien en palabras del director general, Antoni Sancho, «ha sido un cúmulo de defectos, que no se han solucionado sino que su situación ha empeorado, lo que nos ha hecho tomar ésta decisión».
La Conselleria ha efectuado un total de seis inspecciones desde el año 2000 en este establecimiento, teniendo igualmente los informes de la Conselleria de Salut, y se ha podido constatar que «las condiciones no han mejorado, sino que han empeorado». El informe que han redactado los técnicos de Benestar Social no es tan amable como las declaraciones de Antoni Sancho y establece claramente que el estado de la carpintería en las habitaciones era «intolerable», a la vez que la enfermería sufre filtraciones de aguas de bajada, es decir, del alcantarillado interno.
Asimismo se constata que la sala de rehabilitación incumple las normas de erradicación de barreras arquitectónicas. Los propietarios del centro reconocieron la necesidad de inversión, pero explicaron que no disponían del montante exigido.