La Junta General de Jueces de Palma decidió ayer rechazar el sistema de incentivos económicos propuesto en la ley de retribuciones que prima la productividad de los magistrados vinculándola al número de sentencias que dictan.
Un total de 31 jueces, de 39 (el resto estaba de vacaciones),
reunió la Junta General celebrada en la Biblioteca de los Juzgados
de Vía Alemania.
El único punto del día fue el sistema de retribuciones. Si un juez
dicta un número de resoluciones por encima de los módulos
preestablecidos, a partir de ahí puede ser incentivado con
cantidades que pueden oscilar entre las 100.000 y 200.000 pesetas.
Los titulares de los juzgados de Palma se mostraron totalmente en
contra de ese sistema, ya que no desean convertirse en «jueces
productivistas». «A un juez no se le tiene que pagar de acuerdo al
número de sus resoluciones, en todo caso, por la calidad de las
mismas», explicó a Ultima Hora el juez decano,
Pere Barceló.
La ley de retribuciones que se está ahora estudiando contempla abonar una determinada cantidad de dinero al juez que trabaje por encima del cálculo que hace el mismo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Los jueces de Palma prefieren que se creen más juzgados, según afirmó Barceló. «No es oportuno que se vincule la productividad al sistema de incentivos, ya que no somos máquinas de dictar resoluciones. Por ello, estaremos siempre en contra del sistema de módulos, siempre y cuando esté en relación con las retribuciones», explicó.
Los jueces prefieren primar la calidad, no la cantidad, aunque el CGPJ haya ofrecido a determinados jueces la posibilidad de que hagan más horas extras en los juzgados cobrando dinero, incluso trabajando en juzgados distintos al suyo.