El presidente del Club Ultima Hora y del Grup Serra, Pere A. Serra, destacó la calidad humana y el poder de convocatoria del psiquiatra y escriptor, Luis Rojas Marcos, quien ayer pronunció la conferencia 'Ingredientes y ladrones de nuestra felicidad' en la sala de actos de la Conselleria de Salut i Consum, en Can Campaner, organizada por el Club Ultima Hora con la colaboración de la Reial Acadèmia de Medicina de les Balears (RAMIB) y la Conselleria de Salut i Consum.
«La felicidad es un estado de ánimo positivo y placentero, un sentimiendo de bienestar moderadamente estable, que suele acompañar a la idea de que la vida, en general, es satisfactoria, tiene sentido y merece la pena», afirmó Luis Rojas Marcos, quien, previamente había saludado al numeroso público asistente pronunciando unas palabras en catalán y agradeciendo la invitación del Club Ultima Hora.
«No hace mucho tiempo yo escribí un libro 'Nuestra felicidad' y lo que me quedó muy claro es que la felicidad es algo subjetivo y lo que también es cierto es que la palabra felicidad está cargada de mucho simbolismo», comentó el conferenciante. Tras reconocer la felicidad como algo subjetivo Rojas Marcos apuntó que existen estudios sobre el tema y encuestas de satisfacción, en la que, entre otras cosas se pregunta al encuestado cuál es su nivel de satisfacción con la vida en general, con una valoración del 0 al 10. Y pidió al público «¿Y ustedes que puntuación darían?». Y la mayoría del público que asistió a la conferencia, levantó las manos reconociendo que daba más de un cinco "es decir un aprobado" a su vida y su sensación de felicidad.
«Según las encuestas que se han realizado sobre esta cuestión, entre un 65 y un 85 por ciento de las personas afirman que se sienten satisfechas con la vida en general» dijo Rojas Marcos y puntualizó que «si una persona dice que es feliz, lo más razonable es pensar que realmente lo es». «La mayoría de las personas reconoce la felicidad cuando la siente» apostilló el conferenciante y aludiendo al libro de Lewis Carroll 'Alicia en el País de las Maravillas' y al diálogo entre Pendenciero y Alicia, dijo que «lo importante no son las palabras, si no nuestros sentimientos».