El Govern acaba de hacer públicos los resultados de una encuesta en la que los ciudadanos valoran su gestión y expresan sus preocupaciones. Al margen de que los resultados puedan ser puestos en duda "la oposición ya lo ha hecho", lo cierto es que consultar a la ciudadanía es siempre una magnífica idea. Si en la última ocasión la vivienda "los precios se han triplicado en pocos años" y las carreteras eran los principales problemas para los residentes, en esta ocasión la inseguridad ciudadana ha pasado al segundo lugar entre las preocupaciones de los isleños, continuando la vivienda en el primer puesto. En tercer y cuarto lugar aparecen el transporte público, tradicional ya entre las angustias ciudadanas, y el estado de las carreteras, nuevamente. El problema del agua pasa de ser una prioridad a ocupar el decimocuarto puesto, lógico en un año de abundantes lluvias.
Ahí tiene pues el equipo de gobierno de Francesc Antich las prioridades de sus ciudadanos. Un amplio espectro de asuntos a tener muy en cuenta, pues no en vano muchos encuestados (un 28 por ciento) perciben que este Ejecutivo no lo está haciendo bien, aunque una mayoría, el 47%, considera lo contrario.
Basta salir a la calle para darse cuenta de cuáles son los problemas a los que se enfrentan los ciudadanos de estas islas. Y ahí es donde hay que incidir: alejar a los políticos de las tentaciones habituales de esconderse en las instituciones, parapetarse con sus gabinetes de asesores y escapar de una realidad que acaba por imponerse. Queda poco para las próximas elecciones y hay todavía mucho por hacer. Esperemos que lo que se haga de ahora en adelante no sea únicamente con fines electorales y que responda a las necesidades que la sociedad demanda.