Adelántandose unos pocos días al comienzo del verano, nuestro diario ha puesto en marcha una iniciativa lúdica que permite, además de pasar divertidos momentos en familia y con los amigos, algo mucho más importante: conocer a fondo las zonas turísticas de nuestras Islas y, a la vez, valorar en toda su dimensión los lugares más privilegiados del Archipiélago.
El «Joc de l'ecotaxa» es un juego, en efecto, pero detrás de sus amenas reglas y vericuetos se esconde una filosofía que pretende recuperar el valor que tienen los parajes naturales que todavía hoy sobreviven en las Islas y, a la vez, apostar por un modelo turístico respetuoso con el medio ambiente.
No se trata de frivolizar un asunto de tanta importancia económica como el turismo y un impuesto que ha despertado tanta polémica. Pero no está de más desdramatizar la cuestión. Se podrá discrepar de la fórmula elegida o de la oportunidad de las fechas, pero en lo que hay general coincidencia es en el espíritu de la ecotasa y lo que representa: que las Islas han cerrado una página y toda la sociedad está dispuesta a no repetir los errores del pasado. Se ha destruido mucho pero todavía quedan zonas de las que enorgullecerse y que estamos dispuestos a proteger. Y hay por delante un conjunto imprescindible de iniciativas para la recuperación medioambiental. Todo ello puede y debe ser compatible con el normal funcionamiento de un sector tan clave para las Islas como el turístico.
El «Joc de l'ecotaxa» es, pues, una invitación divertida a la reflexión sobre nuestras Islas. Niños y mayores podemos compartir, a través del recorrido por las casillas del tablero, una visión más optimista de nuestra realidad y un compromiso colectivo en defensa de nuestra tierra.