El aeropuerto de Palma registró entre las 00.00 y las 08.00 horas del día 21, la jornada de tráfico más intensa de toda su historia en horario nocturno, como consecuencia directa del cambio de programación realizado por touroperadores y compañías aéreas alemanas y británicas para evitar la huelga general del 20"J. Son Sant Joan aglutinó en esta franja horaria 116 vuelos y más de 22.000 pasajeros, según datos facilitados por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA-Palma).
El aeropuerto tuvo ayer un movimiento de 749 aviones, un 25 por ciento más de las previstas inicialmente, 596 (72.500 pasajeros), de ahí que al final de la jornada pasarán por la terminal más de 90.000 pasajeros. AENA añade que los 116 movimientos supusieron un 82 por ciento más de los previstos antes de la huelga en esta franja horaria. Las mismas fuentes añaden que el 20-J estaban previstos 425 vuelos, aunque las cancelaciones y aplazamientos de compañías aéreas y touroperadores motivaron que finalmente se llevaran a cabo 91 operaciones.
En la jornada de hoy, Son Sant Joan tendrá un tráfico de 864 aeronaves y más de 132.000 pasajeros. En el acumulado viernes-domingo, el aeropuerto aglutinará 301.000 pasajeros, un 3'04% menos que el pasado año.
Los grupos turísticos Thomas Cook (Neckerman y JMC), World Of TUI (TUI y Thomson), My Travel (Airtours), ITS-LTU-REWE, First Choice, Alltours y resto de touroperadores lograron ayer normalizar sus programaciones, «los retrasos han sido moderados, circunstancia que ha provocado que el flujo de tráfico fuera continuo y se ha logrado al final de la jornada regularizar todo el programa previo al inicio de la huelga general. La colaboración entre transportistas y resto de operadores turísticos ha sido absoluto, lo cual ha incidido positivamente a lo largo de todo el día», apuntaban representantes de estos grupos.
La Federación Hotelera de Mallorca explicaba que el contacto entre transportistas y touroperadores, «motivó que en la madrugada del día 21 todo funcionará a la perfección. Los turistas han sabido entender lo sucedido y pensamos que tras el mal trago se van de la Isla contentos. La normalidad es absoluta y la calma es total en toda la planta hotelera mallorquina. Sólo queda esperar que los niveles de ocupación se incrementen en las próximas semanas».