Los miembros del Govern balear acudirán mañana a sus respectivos puestos de trabajo, en las distintas conselleries. Los representantes del Ejecutivo mantuvieron una reunión para decidir su postura ante la huelga. En esta reunión se consideró paradójico que un Govern se declare en huelga, según explicó el conseller de Treball, Eberhard Grosske, por lo que se optó por una vía intermedia.
Los representantes del Ejecutivo han decidido suspender todos los actos públicos previstos para el 20-J, como pueden ser las reuniones o las audiencias públicas. En algunos casos los actos previstos en la agenda se han adelantado a la jornada de hoy mientras que, en otros casos, se ha retrasado a la del viernes. El Govern también ha decidido suspender todas las comparecencias informativas previstas para el jueves, por lo que ese día no se celebrará ninguna rueda de prensa.
La única excepción serán las comparecencias informativas para dar cuenta del seguimiento de la huelga entre los funcionarios de la Administración autonómica. Está previsto que a las 12.00 horas se ofrezcan los primeros datos del seguimiento de la huelga. La comparecencia la dará le conseller de Presidència, Antoni Garcías, si bien no se descarta que finalmente comparezca el titular de la Conselleria d'Interior, Josep Maria Costa.
Será la Conselleria de Costa la que centralice toda la información sobre la huelga. Todos los consellers estarán además permanentemente conectados con la sede de Presidència del Govern por si se produce algún contratiempo.
El conseller de Treball explicó además que los consellers acudirán en sus vehículos particulares a cada una de sus sedes, por lo que ese día no utilizarán el coche oficial. La única excepción será la del president del Govern, Francesc Antich, quien, por motivos de seguridad, viajará en el coche oficial acompañado por escoltas.