La III Trobada de Randes se celebró ayer en Palma con la asistencia de 181 encajeras de todas las comarcas de Mallorca y de Maò, Barcelona y Tarragona. Bajo un sol de justicia, las 181 encajeras que se encontraban en el recinto próximo a s'Escorxador, tuvieron que buscar cobijo en cualquier sombra que pudieron para soportar el calor sofocante que hacía ayer al mediodía.
Mucho tiempo y también unas grandes dosis de paciencia son algunos de los requisitos básicos para la práctica del encaje de bolillos.
Según Isabel Bacete, organizadora del evento, «esta forma de artesanía se dejo de hacer en Mallorca debido al boom turístico y porque se trata de un proceso muy lento, pero en los últimos años la práctica del encaje de bolillos está otra vez atrayendo a más personas».