Su nombre es Tony Hadley y probablemente a los profanos no les resultará demasiado conocido. En cambio, cuando decimos que se trata del líder de Spandau Ballet, un grupo británico que introdujo en los años 80 el tecno suave en el mundo de la música pop, todos le reconocen. Se confiesa enamorado de Mallorca y ahora que pretende dar un giro a su carrera musical, ha elegido nuestra Isla para ofrecer nada menos que cinco actuaciones con sus nuevos trabajos. La primera de ellas tuvo lugar el miércoles por la noche, en la discoteca BCM, donde sus admiradores pudieron comprobar cómo ha evolucionado su estilo musical y sus ambiciones. La próxima será el día 26 de este mes.
«Me enfrento a mi primer álbum en cuatro años y estoy haciendo realmente lo que quiero», asegura. «He escrito y coescrito todas las canciones nuevas y tengo una banda estupenda, aunque todavía no hemos decidido qué nombre ponerle», comenta divertido. «Seguramente "añade" se llamará The Tony Hadley Band». «Estoy cantando mejor que nunca y ahora mismo mi único problema es que he escrito veinte canciones con letras fantásticas y hermosas melodías y todas ellas relatan historias diferentes; tengo que seleccionar doce y para mí es una pesadilla».
Al mismo tiempo desarrolla una incansable labor de experimentación con la música dance y ha grabado dos discos de baile, uno con Alphabet City y otro en Bélgica. Ambos se han convertido en éxitos y se pinchan en todas las discotecas de moda.
Sin embargo, su nuevo disco se alejará de esta tónica. «En estos momentos tengo mi propia productora de discos y eso me permite liberarme de otros y hacer realmente lo que yo y mi banda queremos». «Espero que las emisoras de radio me concedan un poco de tiempo para que la gente escuche lo que he hecho». «En la actualidad la música suena muy parecida, no se escriben canciones, sino que se crean para que se vendan bien». «Lo que yo he hecho no es revolucionario, pero sí es un buen montón de buenas canciones».