La Guardia Civil desalojó ayer del vuelo JK346 de Spanair, que se disponía a iniciar el trayecto Barcelona-Palma, a una pareja que ocupó sus asientos a pesar de que el comandante les había denegado el acceso por presentarse tarde en la puerta de embarque, según fuentes de la compañía.
Un portavoz de Spanair señaló que el vuelo tenía prevista su salida desde El Prat a las 11.10 horas, pero que el embarque no se realizó hasta las 12.15 porque una fallo técnico obligó a llevar a cabo una reparación para la que se enviaron piezas desde Palma.
Cuando se iba a desmontar la rampa de acceso para que la nave iniciara la operación de despegue, una mujer se presentó en la puerta de embarque y pidió que esperasen a su marido, ante lo cual el personal de Spanair le indicó que el vuelo estaba cerrado y le denegó el acceso. No obstante, según el relato de la compañía, «el hombre llegó y, obviando la prohibición, entró con su mujer hasta el avión y ocupó los asientos que figuraban en sus tarjetas de embarque, momento en el cual el comandante les reiteró que no tenían permiso y les pidió que abandonasen el avión. Ante la negativa de la pareja a obedecer al piloto, agentes de seguridad instaron a las dos personas a salir, éstas obedecieron, pero el hombre alegó que había olvidado algo, retornó, volvió a sentarse y dijo que no se movería si no le sacaban por la fuerza, por lo que cuatro guardias civiles optaron por esposarle».
Spanair informó a la pareja de que ya no podrá volar en sus aviones. Varios pasajeros indicaban ayer que después de que el pasaje hubiera embarcado sobre las 12.15 horas, la pareja entró en el avión y pidió disculpas a la tripulación por llegar tarde, ya que no habían escuchado las llamadas para el embarque.