Un trabajador del Centro de Menores 'Angel Ganivet' de Granada ha resultado con una muñeca rota al ser agredido por uno de los internos del citado centro, que le tiró al suelo y le «retorció el brazo hasta que se partió la muñeca» cuando el educador le impidió la entrada a la cocina para coger un menú diferente al que se había servido ese día, según informó ayer la dirigente de la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) Margarita Blasco.
Además, una empleada del mismo centro ha sufrido un intento de violación por parte de cuatro menores, según Blasco, quien denunció que «el personal de vigilancia es nulo» y que, al tratarse de un centro abierto, los menores «entran y salen cuando quieren», además de que, «si se les impide algo, agreden».