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Ànimo, que no estáis solos

Dos mil personas participaron ayer en el Santuario de Lluc en la XXI Diada del Enfermo

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El Santuario de Lluc acogió ayer la XXI edición de la Diada de los Enfermos de Mallorca, que anualmente organiza la Delegación Diocesana Pastoral de la Salud. Miles de personas, más de 2.000 según los organizadores de la diada, se reunieron en el Santuario en una jornada de hermandad que tiene como principal objetivo «infundir ánimos a todos aquellos que sufren falta de salud y hacerles sentir que en su situación no se encuentran solos».

Los actos organizados con motivo de la jornada se iniciaron a las 10 horas de la mañana, cuando los participantes en la diada empezaron a llegar al Santuario. Algunos de los asistentes, a quienes el ánimo y la salud se lo permitió, se animaron a subir hasta Lluc a pie. Al resto, desde la organización del evento, se les recomendó utilizar vías alternativas a la carretera de Caimari-Escorca, donde se están llevando a cabo obras de asfaltado. Cuando la mayoría de participantes ya habían llegado, a las 11.30 horas, l'Acolliment del Santuario sirvió de escenario para la celebración de una misa.

La Eucaristía fue presidida por el Obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, y contó con la asistencia de 20 sacerdotes procedentes de diversos puntos de la Islas. Enfermos, familiares, voluntarios y numerosos expertos en medicina participaron de la solemne Eucaristía, en la que no faltó la tradicional ofrenda floral y el emblemático cantó de la coral de los Blauets. Con más de XX ediciones a sus espaldas, la tradicional Diada del Enfermo de Lluc, que empezó como una peregrinación de las personas con problemas de salud al santuario, se ha convertido en un gran acto social al que acuden anualmente miles de personas con problemas de salud y sus familiares.

Como todos los años, la organización de la Diada dedicada al Enfermo cuidó todos los detalles y llevó a cabo un gran despliegue de médicos y ambulancias en los alrededores del Santuario para dar tranquilidad a todos los asistentes que sufren algún problema. Después de la celebración de la Eucaristía, todos los asistentes participaron en una multitudinaria comida fraternal.

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