El empleo, las prestaciones por desempleo, las pensiones, la inmigración y la convocatoria de una huelga general son asuntos de máxima actualidad que se han convertido en motivo de preocupación para muchos ciudadanos. Y más ahora que el Gobierno pone en marcha una reforma de las prestaciones por desempleo mediante un decreto que puede afectar a los fijos discontinuos que trabajan en Balears.
Con todas estas inquietudes presentes, ayer celebró el Club Ultima Hora una Jornada sobre Trabajo, Inmigración y Pensiones que inauguró el president Francesc Antich y coordinó el ex gobernador del Banco de España Luis Àngel Rojo.
El encuentro se ha producido en un momento de máxima tensión. En los últimos días las informaciones eran confusas y, por tanto, la preocupación, enorme. Afortunadamente, ayer desde Madrid se aseguró que todos los fijos discontinuos de nuestras islas "con un mercado laboral tan peculiar, único en el Estado" tendrán garantizados sus derechos laborales adquiridos en relación con el cobro de las prestaciones por desempleo. Sin embargo, no es ésta la impresión que tiene el Govern balear, cuyo conseller de Treball mantiene que miles de trabajadores se quedarán sin subsidio.
Dada la importancia que esta cuestión tiene para esta Comunitat, hay que exigir que cuanto antes se redacten los reglamentos oportunos, en los que con claridad meridiana se despejen todas las dudas. No está la situación económica de las Islas para que se abran nuevos frentes colectivos. Y ojalá sea como dice el secretario general de Empleo, Juan Chozas. Y se devuelva la tranquilidad a un sector, patronal y trabajadores, como el turístico, que no necesita más sobresaltos.